La Train Wreck es una cepa predominantemente Sativa de alto valor medicinal con un montón de beneficios - es un remedio fuerte y eficaz para los que sufren de insomnio, dolor, depresión, ansiedad, calambres musculares, falta de apetito, náuseas, dolores musculares y tensión. La Train Wreck es la candidata perfecta para el método ScrOG, por su crecimiento tipo vid. Las ramas son un poco espigadas, por lo que es obligatorio sujetar la planta.
Anteriormente, la Train Wreck solo estaba disponible en clones, pero ya la puedes cultivar en tu jardín, invernadero o cuarto de cultivo. En el interior, las plantas necesitan 9 semanas de floración para producir sus brotes duros como piedras y de color verde-lima, con enormes cálices recubiertos de glándulas de resina y repletos de pelos naranjas. Para que te hagas una idea del tamaño de las plantas, doblarán su altura y frondosidad cuando empiecen con el ciclo de iluminación de 12/12. En el interior, es posible obtener unos rendimientos de 600-700g/m² En el exterior, las plantas están listas para la cosecha a principios/mediados de octubre y cada una de ellas puede producir hasta 800 gramos. Y la Train Wreck no es tacaña cuando se trata de cannabinoides, sus brotes contienen un 21% de THC, aproximadamente un 0,7 % de CBD y un 0,1 % de CBN
La Train Wreck emana un aroma intenso, por lo que se aconseja usar un buen sistema de ventilación y filtros de carbono. Su producto final bien curado presenta un aroma almizclado, terroso y a pino, con un toque de fresas o skunk dulce. El sabor de su humo es parecido al aroma y permanece en la boca durante un buen rato. La embriaguez inducida es estimulante y creativa al principio, pero se transforma en una fuerte sensación de colocón después de unos minutos, y los efectos son muy duraderos. Muy recomendable para fumar por la noche.